El ánimo en el país sigue en modo invierno. De hecho, el Índice de Confianza del Consumidor (CCI, por sus siglas en inglés) que elabora mensualmente Ranking de Ipsos registró un repunte marginal durante agosto respecto al mes previo -0,2 punto porcentual-, el cual obviamente no bastó para sacarlo del cuadro de pesimismo en que se ha sumido desde septiembre de 2019, o sea, antes del estallido del conflicto social y de la misma pandemia.
Al solo alcanzar los 41 puntos, el CCI del país se situó a 7,7 puntos por debajo del promedio internacional y en la posición número 25 entre las 29 economías medidas.
En consecuencia, los chilenos volvieron a ser los de menor confianza entre las seis naciones que considera la medición de América Latina.
Lo positivo fue el avance que mostraron las perspectivas laborales (2,4 puntos) y, en menor proporción, las relativas a la situación actual (0,7 punto), dos ámbitos respecto al cual ha persistido el pesimismo este año.
Estos repuntes contrastaron con el deterioro mensual en la mirada sobre las inversiones (-0,2 punto), pero especialmente el observado en la dimensión de las expectativas económicas (-4,6 puntos).
Este segundo caso, que se relaciona con el futuro de la situación económica personal y local, es el único ámbito donde la confianza se ha mantenido en terreno positivo desde fines de 2022.
Y, según el análisis de Ipsos, en el descenso de agosto podría haber repercutido el aumento de las cuentas de la luz, lo que se tradujo en pronósticos de mayor inflación para lo que resta del año.
Si antes se pensaba que a diciembre los precios internos podrían haber superado la meta anual de 3%, el factor de electricidad llevó las proyecciones por sobre el 4% e, incluso, hasta las cercanías del 5%.
Dado este cambio de escenario, tampoco resultó tan obvia la posibilidad de que el Banco Central perseverara en los recortes de tasas de interés. Es más, en la reunión de fines de julio, el ente emisor decidió mantener el tipo rector en 5,75%.
Precisamente, el trabajo de campo se desarrolló entre el 26 de julio y el 9 de agosto, un período marcado por las repercusiones de las elecciones presidenciales en Venezuela y el temporal en la zona centro-sur, que dejó a miles de personas sin suministro eléctrico por varios días y abrió un debate en torno a la responsabilidad de empresas privadas y del mismo sector público.
Nuevo líder
En el mundo, la confianza de los consumidores también mejoró 0,2 punto porcentual, hasta los 48,7, un nivel ubicado sobre el resultado de agosto del año pasado.
En esta medición, Asia-Pacífico fue la macrozona con mayor crecimiento (+1,5), impulsada por los aumentos de Turquía (+3,5) y Sudáfrica (+1,9).
Este país, destacó la consultora, ha tenido un notorio ascenso en el último año, que ha sido equivalente a 9,5 puntos, y finalmente en agosto superó la línea del optimismo de los 50 puntos.
Además, Ipsos dijo que sorprendió la caída de 7,3 puntos de México en tan solo un mes.
Otro hecho llamativo fue que emergió un nuevo líder del ranking, que fue Indonesia (63,6 puntos).
Esto coincidió con la baja de 2,9 puntos de India -el anterior número uno-, mientras que Turquía siguió siendo el país con el peor resultado (36,4 puntos).
