La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) actualizó sus perspectivas económicas para el país y la región.
En el caso de la economía chilena, el organismo ajustó a la baja su pronóstico para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de este año, pasando desde 2,6% en su proyección de agosto a 2,3%. ahora.
Además, en el caso de 2025 también redujo, desde el 2,3% de su estimación pasada, a 2,2%.
Las últimas proyecciones se dan en el contexto del nuevo reporte de la Cepal, en el cual se prevé que la región de América Latina y el Caribe crecería 2,2% en 2024 y 2,4% para el próximo año, con una expansión promedio anual en la década 2015-2024 de 1%, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita durante ese período.
Por lo mismo, el secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, indicó que se debe aumentar la capacidad de las economías para movilizar recursos financieros de manera efectiva, junto a fortalecer la capacidad productiva a mediano y largo plazo, mediante la adopción de políticas de desarrollo productivo orientadas a incrementar la productividad, fomentar la inversión en capital productivo y generar empleo de calidad.
Detalle por países
Por subregión, se espera que América del Sur crezca en 2025 un 2,6%; Centroamérica 2,9%; y el Caribe (sin incluir a Guyana) 2,6%.
Entre los países vecinos, se espera que Argentina caiga 3,2% en 2024 y que crezca 4,3% el próximo año; Bolivía se expandirá 1,7% y 2,1%, respectivamente; Colombia 1,8% y 2,6%; Ecuador 0,8% y 1,4%; Paraguay 4,2% y 3,9%; Perú 3,1% y 2,7%; y Uruguay 3,1% y 2,7%.
Inflación y empleo
La región también mostró una disminución de la inflación durante este año y se espera que se continue reduciendo hasta alcanzar 3,4%. No obstante, aunque el promedio se ha acercado a la meta de muchos bancos centrales, el nivel proyectado para 2024 sigue siendo superior a los valores registrados antes de la pandemia.
En el caso del empleo, se espera que la tasa de empleo informal promedio de la región se sitúe en un 46,7%, lo que significaría una disminución de 0,4 puntos porcentuales en comparación con 2023, aunque persisten desafíos significativos en el sentido de formalizar el empleo, lo que subraya la necesidad de implementar políticas efectivas que fomenten condiciones laborales más seguras y estables.
