Moody’s rebajó este viernes la calificación crediticia de Estados Unidos de “Aaa” a “Aa1” debido al incremento de la deuda gubernamental y el pago de intereses en la última década, y reconoció que existe “incertidumbre” por las políticas económicas impulsadas por el presidente Donald Trump.
“Las sucesivas administraciones y el Congreso de EE.UU. no han conseguido acordar medidas para revertir la tendencia de los grandes déficits fiscales anuales y los crecientes costos de interés”, indicó en un comunicado la agencia calificadora de riesgo.
La noticia se produce después de que un grupo de legisladores republicanos bloquearan el avance de un polémico plan de recortes fiscales impulsado por Trump, que busca ampliar las exenciones fiscales de su primer mandato (2017-2021) e incluir nuevas rebajas.
Moody’s reconoce “incertidumbre” en políticas de Trump
EE.UU. sigue estando en el extremo alto de la escala de 21 calificaciones de Moody’s, puesto que baja un nivel desde la nota más alta. Las otras dos agencias más importantes, Fitch y S&P, retiraron hace años al país de la posición más alta en sus propios sistemas.
Moody’s opina que las iniciativas económicas del actual gobierno, que aún están “bajo consideración”, no reducirán “materialmente” el gasto obligatorio ni los déficits, y prevé “déficits más grandes” en la próxima década, así como que los resultados fiscales “se deterioren”.
“Si la ley de Recortes de Impuestos y Empleo de 2017 (de Trump) se extiende, que es nuestro escenario base, eso sumará unos 4 billones de dólares al déficit fiscal federal primario (excluyendo pagos de intereses) en la próxima década”, advierte.
Moody’s reconoce “incertidumbre” por las consecuencias que tendrá la guerra comercial y las reformas económicas internas de Trump, lo que presenta “retos” para los “arreglos institucionales” que pretende llevar a cabo la actual administración.
Pese a rebajar su nota, la calificadora consideró “estable” la perspectiva de EE.UU., pues sostiene que el país mantiene “fortalezas crediticias excepcionales como el tamaño, la resiliencia y el dinamismo de su economía y el papel del dólar estadounidense en la reserva de divisas global”, siempre y cuando mantenga una “Reserva Federal independiente”.
