Entre la especulación inmobiliaria y los turistas: molestia en España por la falta de vivienda

El agente inmobiliario Juan Sánchez (nombre cambiado) abre la puerta de grueso vidrio esmerilado de un apartamento que antes fue un negocio, en Madrid. De la puerta se llega directamente a la cocina. Los techos son muy altos. “Aquí puede colocar un entrepiso”, dice Sánchez.

Los dos dormitorios descritos en el anuncio están en un sótano, y una de las dos habitaciones, mínimas, ni siquiera tiene una ventana. “Puede alquilar todo esto tranquilamente por 1.300 euros a estudiantes”, explica el agente.

Pero, dice, hay un problema: “El lugar de abajo está inscrito en el registro de la propiedad como depósito, porque no conseguimos una licencia, pero no hay problemas para alquilarlo”, asegura. El “apartamento” de 55 metros cuadrados, ubicado en un barrio céntrico de clase media de Madrid, cuesta más de 300.000 euros.

Crisis por falta de vivienda en España

Esta vez, los altos precios no se deben a los bajos tipos de interés, como en 2005. Actualmente, están impulsados por inversores extranjeros adinerados que desean invertir en el mercado inmobiliario español, altamente rentable y seguro, y en el floreciente sector turístico.

Según el banco español BBVA, la oferta es mucho menor que la demanda. Como consecuencia, muchos españoles y españolas tienen problemas para pagar un alquiler, y muchas viviendas se alquilan temporalmente a turistas y estudiantes.

Por eso los habitantes de Barcelona, las Islas Canarias y Madrid salen a protestar a las calles contra la crisis de vivienda y el sobreturismo.

Falta de vivienda también es impulsada por residentes

Empresas como habitacion.com incluso ofrecen habitaciones en venta.

El grupo de presión de izquierda Sindicato de Inquilinas considera esto el resultado de una especulación descontrolada por parte de extranjeros y fondos de inversión. Calculan que hay más de 4 millones de apartamentos vacíos y 400.000 casas vacacionales en el país de 46 millones de habitantes.

La escasez de vivienda se ve agravada por la propia población local. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay más de 2,5 millones de apartamentos de uso esporádico.

Cabe suponer que una gran proporción son segundas o incluso terceras residencias de familias españolas, que también se utilizan para vacaciones, pero que, por lo general, no se alquilan fácilmente a terceros.

Los inversores privados y los hedge funds, por su parte, no tienen problema en alquilar, sobre todo de forma temporal. En 2025 esos alquileres conforman el 14 por ciento del mercado total, según la plataforma española Idealista.

Ciudades como Bilbao (36%) experimentaron el mayor aumento en anuncios de alojamiento temporal, seguidas de Alicante (33%), Barcelona (29%) y Madrid (23%), según Idealista.

Sin embargo, la ministra española de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, envió una señal en mayo: informó a la plataforma Airbnb que debía eliminar casi 66.000 anuncios de alojamiento sin licencia, según informó el periódico El País.

Según un proyecto de ley de Rodríguez, cualquier persona que viaje de vacaciones a España tendrá que pagar en el futuro un IVA del 21 % en el alquiler de apartamentos, lo que equivaldría al doble del precio de una habitación de hotel. El Sindicato de Inquilinas no está satisfecho con esta medida.

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Peligrosa burbuja inmobiliaria con consecuencias sociales

Como antes de la crisis financiera de 2008, el mercado inmobiliario español se está volviendo a calentar peligrosamente. En 2014 una casa costaba, en promedio, unos 138.000 euros, la misma propiedad, en 2024, valía 178.700 euros, según MD Capital. En regiones como las Islas Baleares, este precio se ha más que duplicado.

“Esto inevitablemente provocará protestas entre la población local”, declaró a DW Tim Wirth, abogado inmobiliario de Palma. Cree que el alquiler debe volver a ser más atractivo: “Con protección fiscal y legal para ambas partes”, indica.

Además, mientras que los precios de los inmuebles en España subieron un 34%, el salario promedio solo se incrementó un 23%. Esa brecha dificulta el acceso a la vivienda, afirma MD Capital.

DW

A diferencia de París o Londres, los empleados en España no reciben un sobreprecio cuando los precios de la vivienda son especialmente altos.

Según Datosmacro, el salario medio en España en 2024 era de 2.642 euros brutos al mes. Sin embargo, según el portal inmobiliario español Fotocasa, un apartamento promedio de 80 metros cuadrados costaría unos 1.100 euros al mes. En ciudades como Madrid o Barcelona, el precio medio para este tamaño ya se sitúa entre 1.400 y 1.500 euros.

Demasiados visitantes y muy poca construcción de viviendas sociales

Cerca de 90 millones de turistas de todo el mundo llegan a España, aparte de los nómades digitales en Islas Canarias y Barcelona, los estudiantes internacionales en Madrid, y la gran cantidad de inversores latinoamericanos con mucho dinero son los que inundan el mercado español de la vivienda.

En España no hay edificios que funcionen como hogares para estudiantes, como en Alemania. Muchos estudiantes no se van de la casa de sus padres hasta los 30 años por esa razón (2023, Eurostat). En Alemania, por el contrario, los jóvenes buscan, en promedio, un lugar para vivir de manera independiente a los 24 años.

España también se encuentra muy rezagada en Europa en materia de vivienda social. Según cifras oficiales, el año pasado se construyeron 14.371 viviendas sociales. Según el Ministerio de Vivienda español, España destinó 34 euros per cápita a vivienda social entre 2007 y 2021, una cifra significativamente inferior a la media de la UE de 160 euros, según el portal de noticias online Infobae.com.

El grupo de presión Sindicatos de Inquilinas amenaza con problemas si el Gobierno español no toma medidas más contundentes: “Recuperaremos lo que esté vacío o alquilado a turistas con protestas enérgicas”, declaró a DW.

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