Esto significa un alza respecto de lo que fue su estimación de diciembre del año pasado, cuando se estimaba un crecimiento de 1,9%.
Esto en el contexto de que en su informe Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024, alertaron que en el transcurso de la última década, los países de América Latina han exhibido un bajo crecimiento económico, con una tasa promedio del 0,9% en el período 2015-2024.
Por lo que el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, señaló que “enfrentar la trampa de crecimiento, aumentar el empleo y crear empleos de mayor productividad requiere el fortalecimiento de las políticas de desarrollo productivo que sean complementadas con políticas macroeconómicas, laborales, y de adaptación y mitigación al cambio climático”.
De esta manera, se espera que la región tenga un crecimiento de 1,8% durante este año y aumente a 2,3% el 2025.
De los países vecinos, Argentina es el único con una proyección negativa, estimando una caída de 3,6% para 2024 y una recuperación al 4% para el próximo año; Perú tendría un incremento de 2,6% y 2,5%, respectivamente; Colombia de 1,3% y 2,6%; Paraguay de 3,8% y 3,6%; Brasil 2,3% y 2,1%, y Uruguay con 3,6% y 2,6%.
En el caso de la inflación, el organismo señaló que se ha reducido de manera sostenida en la región, observando una tasa de 3,9% para mitad de año y proyectando que alcanzará 3,6% para finales de 2024 y mitades del próximo año.
Empleo y cambio climático
Además, la Cepal analizó el impacto del bajo crecimiento y el cambio climático en la dinámica del empleo.
Mientras que entre 2014 y 2023, el crecimiento promedio del número de ocupados de la región fue del 1,3%, un tercio del registrado en la década de 1970 (3,9%), también se verificó una caída de la productividad laboral, que en 2024 se estima será nferior a la registrada en 1980.
Además, se estima que el crecimiento de la ocupación se explica principalmente por el aumento del empleo informal, particularmente de las mujeres. En tanto, los sectores de construcción, comercio, transporte y turismo y servicios abarcan el 74,4% de los ocupados informales.
El informe también advierte que de no realizarse inversiones en adaptación y mitigación al cambio climático, la intensificación de los eventos climáticos podrían provocar una pérdida cercana a 43 millones de puestos de trabajo, correspondientes al 10% de la fuerza laboral, para 2050. De estos, cerca de 15 millones se perderían entre los sectores agrícola y turismo.