El nivel de la liquidez de los chilenos mantiene su dinamismo en lo que va del año.
Así lo consigna el Banco Central en su Informe Mensual de Estadísticas Monetarias Financieras de julio, donde los agregados monetarios cumplieron seis meses al hilo en terreno positivo.
Los agregados monetarios se definen como el dinero que está en poder del sector privado no bancario, según la definición del instituto emisor. “Se entiende por dinero a los activos que los agentes económicos están dispuestos a aceptar como medio de pago de bienes y servicios o como reembolso de deuda”, explican desde la entidad.
En el caso particular de Chile, el M1 -que es el concepto más líquido de dinero y está compuesto por los billetes y monedas en circulación, las cuentas corrientes y cuentas a la vista- presentó una variación anual de 3,2% en el séptimo mes del año, incidido principalmente por el mayor dinamismo de las cuentas corrientes. Dicho resultado es mayor al registrado en junio (2,2%).
Por su parte, el M2 -que considera, además del M1, los depósitos a plazo en pesos chilenos- registró un crecimiento interanual de 7,6%, superior al del mes anterior (6,8%). En julio, destacaron las contribuciones de los depósitos a plazo mayores a un año, bonos bancarios y M1.
Finalmente, el M3 – que incluye al M2 y los depósitos en moneda extranjera, así como la tenencia de bonos por parte del sector privado no bancario- creció un 8,7% anual explicado por la emisión de bonos de la Tesorería General de la República en manos del sector privado no bancario, junto a la incidencia de M2.
Este registro fue también mayor al del mes previo (6,8%).
