Toca la campana de cierre en Wall Street, con los mercados desangrándose en medio de las primeras reacciones a la guerra comercial de Donald Trump.
El Dow Jones de Industriales cerró con una contracción de -5,50% hasta los 38,314.86 enteros. Según CNN, se trata de la cuarta ocasión en que el DWJI retrocede más dos mil puntos en un solo día.
Por su parte, el S&P 500 se desplomó casi un 6% (-5.97%) a 5,074.08 puntos, con un 95% de sus acciones en rojo. Finalmente, el tecnológico Nasdaq bajó -5.82 hasta los 15,587.79, entrando ya en mercado bajista (“bear market”) afirma Bloomberg.
Considerando la salida masiva de hoy y el jueves, el Wall Street Journal estima que US$6,6 billones se esfumaron del mercado bursátil estadounidense.
Semana de olvido para los mercados
Esta semana, Trump desató sus aranceles recíprocos y guerra comercial contra casi todos los países del mundo, buscando volver a Estados Unidos “rico de nuevo” y afirmando que busca equilibrar la balanza comercial con países como China, Japón, Corea del Sur y el bloque de la Unión Europea.
Con todo, los que primero sentirían el impacto de las medidas comerciales son los propios estadounidense, con el encarecimiento de los productos que entren a EEUU, en especial los vehículos en primera instancia, que están sometidos a un 25% si se producen fuera del país.
Respecto a Chile, cuyas exportaciones -excepto madera y cobre- estarán gravados con un 10%, aún se analiza el impacto que tendrían las medidas del mandatario.
Con todo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo que estos efectos serían acotados en Chile, aunque exportadores -en especial de frutas- podrían perder competitividad frente a productores locales estadounidenses.
Sin embargo, también se abre una oportunidad de ganar competitividad frente a países competidores que se enfrenten a aranceles mayores al 10%.
Finalmente, hoy se conoció que China decidió responder al arancel del 34% impuesto por EEUU con otro arancel a todas las exportaciones provenientes del país norteamericano, en la misma magnitud. Con ello, el dólar se disparó unos $30, quedando al borde de los $980, mientras que el valor del cobre se derrumbó y la Bolsa de Santiago cerró en rojo.