Taxonomía Verde: el nuevo sistema que podría categorizar la actividad económica sostenible en Chile

 

En su compromiso por disminuir los gases de efecto invernadero, el Gobierno de Chile propuso la carbono neutralidad para 2050. Frente a esto, consideró una serie de iniciativas, entre las que se encuentran la promoción del hidrógeno verde, el cierre de plantas a carbón, la electromovilidad, entre otras.

Asimismo, promueve el cuidado medioambiental con el apoyo del sector público-privado, cumpliendo con la transparencia y credibilidad con base en los informes y estudios existentes.

En este contexto, el Ministerio de Hacienda presentó a inicios de este año un anteproyecto llamado Taxonomía Medioambientalmente Sostenible (T-MAS), un sistema de clasificación basado en evidencia científica.

Además, busca categorizar las actividades económicas a partir de criterios que permitan identificar si se están llevando a cabo de manera sustentable.

Sobre el objetivo de este plan, Carola Moreno, coordinadora de Finanzas y Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, señaló que “el propósito central de esta herramienta es proporcionar certidumbre, transparencia y comparabilidad a los mercados sobre qué se entiende por ‘medioambientalmente sostenible’, facilitando la transición hacia una economía más sustentable”.

“La T-MAS abre nuevas oportunidades de inversión al ofrecer un marco claro que facilita a los inversionistas nacionales e internacionales la identificación de proyectos sostenibles. Este marco, a su vez, fortalece la confianza de los mercados en las empresas comprometidas con la sostenibilidad”, agregaron desde la cartera.

Entre los beneficios de esta iniciativa, destacan la transparencia y eficiencia en los mercados mediante un lenguaje común. Así también, facilitar la identificación de inversiones sustentables y las oportunidades de inversión.

Además, genera estándares confiables, respaldando la reputación de las empresas y evitando acusaciones de greenwashing. Considerando igualmente el esfuerzo por mejorar la tramitación ambiental, reduciendo áreas grises.

Rol del sector financiero en el contexto medioambiental

Este anteproyecto de Taxonomía Verde fue elaborado en el marco de la Mesa Público-Privada de Finanzas Verdes, nacida en 2019 con el objetivo de buscar definir una agenda de diálogo y trabajo entre el gobierno y las instituciones del mercado financiero, entendiendo el rol que desempeña el sistema financiero en los compromisos ambientales.

Según el acuerdo, “la banca privada mantiene su enfoque en promover la sostenibilidad a través de la incorporación de estándares ASG en sus políticas y procesos internos, adaptando los estándares internacionales a sus condiciones”.

Además, ”se refuerza la inclusión de criterios sociales y ambientales en el análisis de créditos y riesgos, junto con programas de formación en sistemas de gestión ASG”, agrega.

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En Chile, el crecimiento de los fondos ESG (Ambiental, Social y Gobernanza) representa un avance significativo hacia la integración sostenible en las inversiones. Sin embargo, la falta de metodologías estandarizadas presentan actualmente un desafío para la industria.

Respecto a este alcance, Moreno señaló que “actualmente existe una gran variedad de productos financieros etiquetados como ESG o verdes, pero cuya sostenibilidad ambiental no siempre está claramente definida”.

“En el caso específico de Chile, estudios realizados por la CMF y Acción Empresas han revelado que ciertos productos financieros con estas características varían considerablemente entre sí”, añadió.

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Experiencia a nivel regional

Si bien las taxonomías en América Latina y el Caribe son recientes, países como México, Panamá, Costa Rica y República Dominicana, han demostrado avances positivos en su implementación.

Al respecto, Daniel Gracián, director de Finanzas Sostenibles para América Latina de Scotiabank, comentó que “en marzo de 2023 México se convirtió en el primer país en publicar una taxonomía sostenible con objetivos sociales. El propósito del gobierno fue proporcionar transparencia para los mercados financieros, fomentar las inversiones en actividades ESG y rastrear los flujos de financiamiento”.

“La taxonomía de Panamá representa la tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) del país. Mientras que, la de Costa Rica presta especial atención a la adaptación al clima, y la de República Dominicana enfatiza la protección de los recursos hídricos y marinos costeros”, agregó.

Distintos casos de taxonomías en el mundo han sido un ejemplo para que Chile pueda tener una guía en la elaboración de un proyecto propio. Un sistema que permitirá mayor transparencia y confiabilidad frente al mercado financiero.

“En Chile, la taxonomía verde permitiría definiciones claras y estándares para inversiones sostenibles, atracción al capital privado hacia soluciones bajas en carbono y tecnologías innovadoras, entornos de inversión transparentes y creíbles, y alineación de flujos financieros”, señaló Daniel Gracián.

Luego del cierre de la consulta ciudadana sobre el anteproyecto (31 de enero de 2025), el informe final con las conclusiones y recomendaciones será publicado en un plazo no mayor a 45 días hábiles desde la finalización de este proceso.

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